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¡BIENVENIDOS A NUESTRO BLOG!



Un espacio para compartir las actividades que realizamos unos cuantos locos por la lectura.



martes, 20 de diciembre de 2011

¡Felices Fiestas, compañeros! Os deseo lo mejor, que veáis cumplidos todos vuestros sueños y también yo los míos.
El 1º de ellos, desear que el grupo de lectura continúe por mucho tiempo en tan buena armonía como
ha sido su deriva hasta el día de hoy.  Un abrazo. Ana Vadillo.

jueves, 27 de octubre de 2011

BIOGRAFÍA: BENITO PÉREZ GALDOS


    D. Benito Pérez Galdós era canario ( Las Palmas 1843 ), décimo hijo de un coronel del ejécito que había participado en la Guerra de la Independencia. El padre inculcó en el hijo el gusto por las narraciones históricas hablándole de sus muchas aventuras en la guerra.
    Fue bachiller en 1862 en el instituto de La Laguna y se traslada a Madrid a estudiar Derecho. En la capital llevaba una vida cómoda albergado en casa de una hermana; asistía al teatro y colaboraba en periódicos como La Nación y El Debate.
   Su timidez le hacía ser muy parco en palabrasy sufría mucho al hablar en público. Poseía una memoria visual portentosa y una retentiva increíble recitando capítulos enteros del Quijote y recordando detalles  minúsculos vistos hacía veinticinco años. De ello nacía también una gran facilidad para el dibujo. Todas estas cualidades desarrollaron en él una de las facultades más importantes en un novelista, el poder de observación.
    En 1867 hizo su primer viaje al extranjero, como corresponsal en París; en 1870 publica su primera novela, La Fontana de Oro y se olvida de la Universidad de del Derecho.
    En 1873 comenzó a publicar Los Episodios Nacionales, unn intento de entender la vida de los españoles en el siglo XIX. Se trata de 46 episodios en cinco series de diez novelas cada una, salvo la última, que quedó incompleta. Arrancann con la batalla de Trafalgar y concluyen con la Restauración borbónica.
    Publica Doña Perfecta en 1876, una novela contra la intolerancia ideológica asentada en una imaginaria ciudad mesetaria, Orbajosa, semejante a la Ficóbriga de Gloria su siguiente novela.
     Pese a la oposición de sectores neocatólicos fue elegido miembro de la Academia en 1889.
    Galdós asistía al Ateneo de la calle Montera y allí trabó amistad con José Mª de Pereda, Cánovas, Silvela y Menéndez Pelayo. Influencia de estas amistades le dieron un acta de diputado por Puerto Rico y asistió a Las Cortes sin abrir la boca, observando y tomando notas.
    Nunca habló de su vida privada y de ello hizo gala en sus Memorias de un Desmemoriado que parecen escritas para desalentar a posibles biógrafos. Permaneció soltero si bien fue asiduo cliente de amores mercenarios y tuvo una hija natural en 1891. Se conoce bien su relación con la actriz Concha Morell y con la novelista Emilia Pardo Bazán.
     Sus últimos años los dedicó a escribir veintidós piezas de teatro, algunas de ellas adaptaciones de sus novelas.
    Para conocer bien España viajaba en trenes de tercera clase, codeándose con todo el mundo y durmiendo en posadas y hostales de mala muerte.
    Se acostaba con las gallinas y se levantaba con el sol escribiendo hasta las diez de la mañana y leyendo a primeras horas de la tarde. No bebía pero fumaba sin parar.
    Volvió a ser diputado en 1907 por la coalición republicano-socialista junto a Pablo Iglesias llegando a pronunciar un discurso incendiario culpando a la Iglesia y a la Monarquía del atraso de España.
    Estuvo a punto de conseguir el Nobel en 1912. Sus enemigos políticos y sectores de la iglesia influyeron en la Academia Sueca para impedirlo.
     En sus últimos años empezó a perder la vista hasta acabar completamente ciego.
    Cargado de laureles, el gran novelista español del siglo XIX murió en su casa de la calle Hilarión Eslava de Madrid el 4 de enero de 1920.

                                                           Aportación de Candido, un nuevo integrante del Taller de lectura.

PEDRO PARAMO

Después de tanto tiempo sin dirigirme al blog, quiero comentar, que el Taller de lectura sigue. Lo que estamos dejando de lado (solo un poco) es el blog. Parece que gusta más leer y entrar en tertulia que escribir.

El primer libro de la nueva temporada del taller ha sido Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Ha sido un libro que para algunos ha sido una joya y para otros un libro que no recomendarían a nadie.

Pedro Páramo, para mí, es una joya: una joya literaria. El libro lo componen multiples fragmentos, unos están escritos con el narrador en primera persona y otros con el narrador en tercera persona. Los escritos en primera persona, son fragmentos fantasmagóricos, los personajes son muertos y las historias son historias de muertos que cuentan historias de vivos, historias de vivos que ahora están muertos. Los muertos son los protagonistas y crean un ambiente parecido al purgatorio. Los fragmentos en tercera persona, cuentan una historia real, pasada, una historia de un pueblo y de sus gentes. Vemos que todas las bajezas morales, políticas y religiosas llevan a un pueblo al desastre. El orgullo, la ambición, la mentira y la prepotencia llevan a Pedro Páramo a liquidar a un pueblo. La injusticia llega a la revolución que con suaves matices Juan Rulfo introduce en los fragmentos, convirtiéndola en una revolución sin creencia ni una clara ideología política, sino una revolución contra el desastre, el hambre. Una revolución contra el poder.

¿Quizás otro día sigo comentando sentimientos sobre este libro? La verdad es que es un libro que según el día y como te encuentres puedes sentir cosas como las que he escrito en el párrafo anterior o otras que las contradigan. Es un libro que golpea, y te hace sentir esos golpes.

lunes, 20 de junio de 2011



Hola, compañeros del taller de lectura, os envío un saludo y mis mejores deseos de que paséis un feliz verano. Besos para todos. Ana

viernes, 3 de junio de 2011

 A UNOS OJOS

¿Cómo se puede estar prendado de unos ojos
si, ni tan siquiera ellos, alumbran una ilusión?

¿Cómo se pueden amar unas pupilas inertes
si, ni al mirarlas sienten ellas, por ti, compasión alguna?

¿Cómo estando tan ausentes y con solo yo mirarlas,
prenden en mi corazón una hoguera que me abrasa?

Oh, Señor, sin definir la razón, en esos dos lagos verdes
encuentro yo el fundamento del más hondo sentimiento
que el hombre pueda sentir...

Oh, Visión, no es preciso que tus luceros alumbren
si, cuando yo les contemplo, al trasluz de la aurora,
siento en el alma el atisbo de la luz que ocultan ellos.

Oh, amor, ¿si por nada ya te adoro de esta forma desmedida,
¿cómo sería, mi amor, si me regalaran ellos el placer de una mirada?

Y si, algún poder Divino bendijese a esas luciérnagas, bellas,
con el don de darles vista, y se fijasen en mi...
Acaso, con el fulgor prodigioso de su hechizo,
¡quedase cegado yo!.

sábado, 7 de mayo de 2011

lunes, 25 de abril de 2011

EL QUIJOTE Y AVELLANEDA

La obra con más de 600 personajes, reales, ficticios, con máscaras, imaginados, ausentes (Dulcinea), etc, etc, tuvo un infeliz contratiempo: El Quijote de Avellaneda, (¿natural de Tordesillas o aragonés porque escribía sin artículos?)

Avellaneda aborrecía a Cervantes tal vez influenciado por Lope de Vega, habla de Cervantes como manco, viejo, colérico, impaciente y envidioso.

¿Quién fue este personaje que rezumaba tanta tirria? No se sabe. Se atribuye a muchos nombres (Juan Ruiz de Alarcón, fray Luis de Granada, Tirso de Moliana???) Se sabe que hubo de ser un hombre piadoso, devoto del rosario, amigo de los Dominicos y con una razonable preparación teológica.

En manos de Avellaneda, Don Quijote se convierte en un loco desenamorado y soberbio y Sancho en un villano zafio, glotón y codicioso. Dulcinea desaparece y en su lugar surge una vieja prostituta llamada Bárbara.

Esto a Cervantes no le hizo gracia, por eso en el prólogo de la segunda parte avisa “del hámago y la náusea que ha causado otro Don Quijote” y otorgó a Cide Hamete el papel de garante de la verdad de la historia.

El nuevo Quijote cervantino abandona sus gestos de locura y Sancho crece en profundidad y nos dirá: “Bien sea venido, digo, el valeroso don Quijote de la Mancha: no el falso, no el ficticio, no el apócrifo que en falsas historias estos días nos han mostrado, sino el verdadero, el legal y el fiel que nos describió Cide Hamete Benengeli, flor de los historiadores” (II, 61).

Bibliografía:            - El Quijote de Cervantes.
                               - Cervantes de Jean Canavaggio.
                               - El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.

Bernardino

jueves, 21 de abril de 2011

DOS QUE CABALGAN JUNTOS

A. De Hidalgo a Caballero:

El Héroe, un ser anónimo, “Pedro Alonso Quijano”, dejaría de ser lo que era para ser lo que había leído: “Don Quijote de la Mancha”.

“Del mucho dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio”. Por obra y gracia de  los libros Alonso Quijano se transforma en Don Quijote.

En el transcurso de la novela, la posición de Don Quijote deja de ser la de un agitador del mundo para convertirse en una víctima pasiva. Por eso al final y poco antes de expirar dirá: “Yo fui loco y ya cuerdo, fui Don Quijote de la Mancha y ahora soy Alonso Quijano el Bueno”

B. Un labrador, vecino suyo, hombre de bien:

Cuando Don Quijote hace la relación de cosas que ha de llevar consigo, se olvidó de incluir a su escudero. Es el ventero socarrón quien le señala su error y Don Quijote de termina volver a su casa y acomodarse del todo, recibiendo a un labrador pobre y con hijos, pero muy propio para el oficio escuderil, a quien se empeñará en educar y prepararlo para el futuro gobierno insular.

Su calidad de hombre bueno, su pobreza, la poca sal en la mollera y su ambición, son sus cartas de presentación. Detrás de él y a su lado marcha el conocido linaje de los Panza: “Sancho Panza me llamo a secas, Sancho se llamó mi padre, Sancho mi aguelo y todos fueron Panzas”. (II, 45)

No obstante los Panzas son garantía de fidelidad, honradez y limpieza de sangre. Eran villanos porque eran labradores pobres y comían torreznos, ajos y ollas podridas, pero eran limpios de sangre y tenían la condición de buenos, fieles y pacíficos.

Sancho, reconoce la locura de su amo, pero no le impide admirar su rango social y respetarlo por su generosidad e inteligencia, pues él que tiene más ingenuidad rayana en la tontuna, tiene también la lucidez de su inteligencia popular y refranero sabio

Cervantes se vera obligado a crear un “lenguaje pancito” que ira progresando con las enseñanzas de Don Quijote.

En la amistad de estos dos personajes, única y bien trabada, Cervantes opone el sentido común de Sancho a la locura de Don Quijote. Aunque los dos compartan una misma insensatez intercambiable. Sancho se quijotizará y Don Quijote se sanchificará, aun con pasiones propias y distintas, como la que Don Quijote “seco y enjuto” tiene por su rocín flaco y Sancho con su asno que no lo dejó de querer y cuidar.
Bibliografía:            - El Quijote de Cervantes.
                               - Cervantes de Jean Canavaggio.
                               - El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.
Bernardino

domingo, 17 de abril de 2011

EL QUIJOTE DE MIGUEL DE CERVANTES

Cervantes escribe un libro de mucho entretenimiento mezclado de mucha filosofía moral que tuvo mucho éxito.
A Pesar de todo el novelista no salió de la pobreza y no solo fue ese su inconveniente, se le subió a la chepa Alonso Fernández de Avellaneda con su otro Quijote.
No obstante el éxito fue tal que Cervantes se hace eco en la segunda parte cuando la publica en 1615.
En esta segunda parte, apenas vuelve a tomar ventas por castillos y varias veces se le recuerda al lector que Don Quijote ya no cae en la misma ofuscación. Lo extraordinario se hace cotidiano y Don Quijote encuentra ocasión para alardear ante Don Diego Miranda de su existencia en tinta y libro.
Cervantes convirtió en “historia” la obra de Cide Hamete y a éste en “historiador” para que de este modo Don Quijote y los personajes que le rodeaban adquirieran condición de reales.
En Cervantes no es fácil ver las fronteras entre lo vivido y lo inventado y para ello su estrategia literaria es la ironía. La ironía ocupa el espacio que va desde la realidad a sus interpretaciones individuales.
Bibliografía:            - El Quijote de Cervantes.
                               - Cervantes de Jean Canavaggio.
                               - El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.
                                                                                                                          Bernardino

domingo, 10 de abril de 2011

Ser y querer ser.

Ser un pequeño ser, ser un androide,
ser un profeta,
ser un alcohólico para crear.

Ser un Quijote,
ser hijo de la guerra.

Ser y no ser en la manera de ser
lo que no elegimos ser.

Ser menos o más, ser por lo demás
y sobre todo, un ser humano;
un ser que ama. 

Ser buen amigo y tener amigos,
ser muy querido,
ser muy feliz.

Ser uno mismo.

Querer ser      más libre.


sábado, 9 de abril de 2011

Fin del Quijote

Leer el Quijote ha supuesto para mi alegria, tristeza, disfrute y libertad, he caminado con estos personajes tan entrañables.

Queria dar las gracias a Alejandro por haber propuesto este libro y a todos los compañeros por haberlo aceptado y hacer las tertulias tan amenas.

Mi entusiasmo por este libro me ha llevado a hablar de él con varios grupos de gente diferentes y aprovecho la frase que me dijo un amigo: "El Quijote es la enciclopedia del alma"

Sin ironia no hay novela.

Ahora comienzan otras andanzas.

martes, 5 de abril de 2011

Compañeros todos del taller de lectura Los Pinos. Hemos llegado al final del libro del Quijote, tristes por el desenlace de la historia, aunque pienso que más vivos si cabe que al inicio de la misma. Por la enseñanza que desprende la misma y los valores de dignidad, decencia y lealtad de los personajes, toda una lección para los lectores. Lectores, por otra parte, fieles, consecuentes y  acérrimos defensores de esta maravillosa y quijotesca historia.
Besos de vuestra compañera: Ana

La locura y sus zozobras.

Locura de todos los delirios.
Locura de lo que pudiera ser confuso juicio
Locura de no parecer un loco sin estar del todo cuerdo.

Locura que precisa de su espacio para no acabar en agonía.
que está fuera de los cánones impuestos
y va más allá de los sometimientos.

Locura connatural que la corriente del tiempo desfigura.
que configura una idea, una malicia, una estratagema:
y viaja con el hombre al mismo son y al mismo paso.

Locura que se alza en rebeldía en una convicción prosaica,
que descubre imaginaciones y no se aviene a la razón:
Dama gentil, que mueve los hilos de la sinrazón.

Locura de la que, a veces, uno no quisiera despertar.







martes, 8 de marzo de 2011

En homenaje a todas las mujeres:

Mujeres entre laureles,
Mujeres de luz,
Mujeres de nieve.
Mujeres con lluvia en el pelo,
Mujeres de sol,
Mujeres de nadie.
Mujeres, MUJERES.

jueves, 3 de marzo de 2011

Cuatro locos del Quijote



Con la excusa de que un compañero de tertulia conociera y pudiera disfrutar de nuestro blog, nos juntamos cuatro locos por este Libro, y se nos pasaron dos horas muy entretenidas, provechosas y sobre todo muy deprisa. Otro dia lo repetimos, pero con un café, ¿Vale chicos?

miércoles, 2 de marzo de 2011


Cuatro visionarios lectores del Quijote, suscitan un encuentro para disertar sobre algunas quijotadas del de la Triste figura, visionar los escritos de cuantos compañeros del taller de lectura Los Pinos, han tenido a bien  publicar en el blog y ver la manera de abrir nuevas vías de comunicación

La ansiedad de coloquio. Hablar, simpatizar un rato. Ahondar en tanta perspectiva, mantener el interés por las palabras. Como se dice: Razón y sinrazón propone mundo.

 



Cuatro visionarios lectores del Quijote, suscitan un encuentro para disertar sobre algunas quijotadas del de la Triste figura, visionar los escritos de cuantos compañeros del taller de lectura Los Pinos, han tenido a bien  publicar en el blog y ver la manera de abrir nuevas vías de comunicación

La ansiedad de coloquio. Hablar, simpatizar un rato. Ahondar en tanta perspectiva, mantener el interés por las palabras. Como se dice: Razón y sinrazón propone mundo.
Ana vadillo Gómez



lunes, 14 de febrero de 2011

Día de los enamorados:

Porque quiero tu cuerpo ciegamente,
tu belleza plena,
porque busco ese hueco, esa cadera de abismos
que arrastra mi deseo,
porque quiero tu ser y lo persigo a través de la sangre
y la nada.
Porque quiero morir en ti, alardeo.

jueves, 3 de febrero de 2011

PRESENTÁNDOME A DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Yo, señor"Caballero de la Triste Figura", soy mujer mas no doncella, nacida en tierras de Castilla, por más decir, en la ciudad de Palencia. Juliana, hágome llamar por ser propio de esta industria. Mi economía es holgada mas no ostentosa. Paso mis días con mi esposo e hijos(siendo uno jocobino mozo de veintidos años y la otra inquieta doncella de veinte primaveras) y algunos queridos amigos. Son mis deberes el gobierno de mi casa y de mi hacienda, que en este nuestro siglo es sabido y comprobado tener la mujer concierto y tiento para ello. Tengo hasta cuarenta y nueve docenas de libros; cuales de novelas, cuales de poesía, de historias algunos, de biografías otros, unos pocos diccionarios y siete u ocho de filosofía; los de entendimiento escaso no encuentra hueco en mis estantes. Son mis divertimentos: la lectura de mis libros, la plática con mi esposo e hijos, los encuentros con mis amigos e ir a una estancia o sala donde se ve ¡Alto de maravilla o encantamiento!, un nuevo entretenimiento que es llamado cinematógrafo. No es mi condición el conocer parajes de otros; ni me entretengo en escuchar a quienes pregonan vida ajena. No soy cautiva del clero, es mi creencia o no creencia agnóstica. Mas no más os digo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Cervantes, divierte, enseña y deleita. Nos permite asistir a un espectáculo con una sonrisa.
He recogido algunas, entre las muchas “perlas” que encierra el Quijote.

Yo soy contento de esperar a que ría el alba, aunque yo llore lo que ella tardare en venir.
Yo soy aquel para quien están guardados los peligros, las hazañas grandes, los valerosos fechos.

No puede ser que haya caballero andante sin dama, tan natural es a los tales ser enamorados como al cielo tener estrellas.
Sin amores, el caballero andante es árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma.

Yo soy loco, loco he de ser hasta tanto que tú, Sancho, vuelvas con la respuesta de una carta que contigo pienso enviar a mi señora Dulcinea.

Éste es el lugar, ¡oh cielos!, que disputo y escojo para llorar mi desventura. Éste es el sitio donde el humor de mis ojos acrecentará las aguas de este pequeño arroyo, y mis continuos y profundos suspiros moverán a la continua las hojas de estos montaraces árboles, en testimonio y señal de la pena de mi asendereado corazón padece.
Aquí encaja la ejecución de mi oficio: deshacer fuerzas y socorrer y acudir a los miserables.

Dios hay en el cielo y no es bien que los hombres honrados sean verdugos de los otros hombres no yéndoles nada en ello.
Siempre, Sancho, lo he oído decir, que el hacer bien a villanos es echar agua a la mar.

Cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija.
No hay memoria a quien el tiempo no acabe, ni dolor que muerte no le consuma.
Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas para dar remedio a ellas.

Te hago saber, Sancho, que hay dos maneras de linajes en el mundo: unos que traen y derivan su descendencia de príncipes y monarcas; otros tuvieron principio de gente baja y van subiendo de grado en grado.
Quien es pobre no tiene cosa buena. Esta pobreza la padece en sus partes. Ya en hambre, ya en frío, ya en desnudez.

La valentía que no se funda sobre la basa de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.           

Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno.

Es menester, Sancho, hacer diferencia de amo a mozo, de señor a criado y de caballero a escudero. Así que desde hoy en adelante nos hemos de tratar con más respeto, sin darnos cordelejo.
Para todo hay remedio, sino para la muerte.

¡Aquí fue Troya!, ¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó mis alcanzadas glorias, aquí usó la fortuna conmigo de sus vueltas y revueltas, aquí se oscurecieron mis hazañas, aquí finalmente cayó mi ventura para jamás levantarse!


miércoles, 26 de enero de 2011

¿Quién llamó simplicidades las ocurrencias de Sancho Pancha?
Mirad algunas, entre las incontables “lindezas” del personaje, que he recopilado en el Quijote

Labrador soy, Sancho Panza me llamo, casado soy, hijos tengo y de escudero sirvo.
Los escuderos de los caballeros andantes estamos sujetos a mucha hambre y a mucha ventura, y aún a otras cosas que se sienten mejor. ¡Así se me vuelvan las pulgas de la cama! Pues a fe mía que no sé leer.
Yo soy caritativo de mío y tengo compasión por los pobres
Tan gentil temeroso soy yo de Dios como cada hijo de vecino.

Tanta alma tengo yo como otro y tanto cuerpo como el que más, y tan rey sería de mi estado como cada uno del suyo: y siéndolo, haría lo que quisiere; y haciendo lo que quisiere, haría mi gusto; y haciendo mi gusto, estaría contento; y en estando uno contento, no tiene más que desear, acabose, y el estado venga, y a Dios y veámonos, como dijo un ciego a otro.

Quiero que sepáis, amigos, que la gente baldía y perezosa es en la república lo mismo que los zánganos en las colmenas, que se comen la miel que las trabajadoras abejas hacen.

Si hablo mucho, más procede de enfermedad que de malicia; mas quien yerra y se enmienda, a Dios se encomienda.
Soy quien “júntate a los buenos, y serás uno de ellos”, y yo soy de aquellos “no con quien naces, sino con quien paces” y de los “quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija”.

Más aunque pobre, soy cristiano viejo y no debo nada a nadie, y si ínsulas deseo, otros desean cosas peores, y cada cual es hijo de sus obras; y debajo de ser hombre puedo venir a ser papa, cuanto más gobernador de una ínsula.

Así que, yendo días y viniendo días, el diablo, que no duerme y que todo lo añasca… más vale salto de mata que ruego de hombres buenos.
¡Oh sol, con cuya ayuda el hombre engendra al hombre!, a ti digo que favorezcas y alumbres la oscuridad de mi ingenio.

Érase que se era, el bien que viniere para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar.
Tiene el miedo muchos ojos y ve las cosas debajo de la tierra, cuanto más encima del cielo.
Yo soy hombre pacífico, manso, sosegado. Retirémonos con gentil compás de pies, y, como dicen, váyase el muerto a la sepultura y el vivo a hogaza. Que quien busca el peligro perece en él.
El retirar no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.
Bien predica quien bien vive, y yo no sé otras tologías.
Antes se toma el pulso al haber que al saber.
Más vale un toma que dos te daré.
No son todos los tiempos unos, ni están los hombres siempre de un mismo humor.
¡Cuerpo de mí! ¿Tan encubierta estaba la causa de mi dolor, que ha sido menester decirme que me duele todo aquello que alcanzó el palo? El mal ajeno de pelo cuelga.
Una golondrina sola no hace verano.
Para preguntar necedades y responder disparates no he menester yo andar buscando ayuda a vecinos.
Yo confieso que para ser del todo asno no me falta más de la cola.

martes, 25 de enero de 2011

ORÍGENES DE LOS LIBROS DE CABALLERÍAS

Los libros de caballerías son unas narraciones en prosa, generalmente de gran extensión, que relatan las heroicas aventuras de un hombre extraordinario, el caballero andante, quien vaga solo por el mundo, luchando contra toda clase de personas o monstruos y por unas tierras lejanas y exóticas casi siempree. Otras veces, al mando de un ejército, vence ejércitos de paganos o de naciones extrañas. Esta especie de superhombre, por lo común, lucha contra el mal, pero su afán por la aventura es también una necesidad vital y un anhelo por demostrar al mundo su valía. Su vida está llena de sacrificios que son ofrecidos a una dama, para poder conseguir su amor.
Este tipo de novela tiene sus orígenes en la literatura francesa del siglo XII. Aparece por primera vez en la obra del escritor champañés Chrétien de Troues (hacia 1159-1190), cuyas novelas, o romans son largas narraciones en verso que narran las aventuras de unos héroes, los caballeros de la tabla redonda, que se finge que existieron en el lejano tiempo del rey Arturo, personaje completamente fabuloso pero que, gracias a leyendas y mentiras de algunos historiadores, se creía que había reinado en Bretaña en el siglo VI de nuestra era..
La materia de Bretaña fue acogida y adaptada en la literatura de España y a partir del siglo XIII empieza a aparecer traducciones. En el siglo XVI aparecen novelas de caballería originales, fruto de la imaginación de escritores españoles. Entre las más importantes están El libro del caballero de Dios, también llamado El caballero Cífar y El amadís de Gaula, que tuvo un enorme éxito...
A lo largo del siglo XV aparecen también narraciones de aventuras de caballeros que retratan con gran fidelidad la sociedad y las costumbres de aquella época, apartando todo elemento fantasioso. La más importante es el Tirant lo Blanch, escrito en calalán por el valenciano Johanot Martorell y es condiderada un antecedente del Quijote...
El entusiasmo por los libros de caballerías fue general en la España del siglo XVI y entre los lectores había gente de toda condición, desde analfabetos que se deleitaban oyéndolos leer, a lectores cultos como Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, el emperador Carlos V o Lope de Vega...
La lectura de los libros de caballerías impresionó de tal modo a determinados lectores, que llegaron a creerse que la ficción era historia verdadera. De ahí a la locura hay solo un paso, y hay noticias de muchos casos en que personas reales llegaron a perder el juicio leyendo libros de caballerías. sic.

domingo, 9 de enero de 2011

El Quijote

Despues de las vacaciones de Navidad empezamos la segunda parte del Quijote con ganas y entusiasmo. Quiero participar de las aventuras de los protagonistas de este gran libro.

martes, 4 de enero de 2011

EL LIBRO QUE CAMBIÓ MI VIDA


Hola, feliz año a todos y a todas.

El pasado día 21 de diciembre de 2010, terminamos la primera parte del Quijote. Ya se que es un poco tarde para este escrito, pero entre las fiestas, la pereza y otros quehaceres no me han dejado alimentar este blog que sigue latiendo.

La lectura de la primera parte del Quijote nos ha dejado buenos momentos en el último trimestre del 2010 sobre todo en la tarde de los martes. El grupo sigue compacto y creo que ha habido una o ninguna deserción.

Han sido tardes interesantes, donde cada miembro ha expuesto lo que le ha parecido más relevante. Desde los que no se han enganchado, hasta los que les ha cambiado la vida. Con respecto a esto último es lo que quería transmitiros. Un libro, ¿Puede cambiar la vida?

El último día de tertulia, una de nosotros afirmaba: “pocos libros han cambiado mi vida, y éste, después de leer la primera parte es uno de ellos. Pienso y vivo de otra manera después de leer este libro, ha pasado de ser uno de los libros que he leído a ser: “el libro”. Os podéis imaginar el revuelo que originó tal afirmación: Unos le preguntaban que cómo le había cambiado: para bien o para mal, otros decían que no era posible, otros que se explicase, otros que al mismo don Quijote por leer libros de caballerías cambió su vida …

Ante tal revuelo, quisiera saber vuestra opinión ¿Puede cambiar un libro la vida del que lo lee? Si vuestra respuesta es que sí, ¿Qué libros os han cambiado la vida?

Dejo estas preguntas en el aire (o en la red) esperando vuestras respuestas.

lunes, 3 de enero de 2011

Labrador soy,
Sancho Panza me llamo,
casado soy,
hijos tengo y de escudero sirvo.

Aunque soy rústico,
mis carnes tienen más de algodón que de esparto.
Si hablo mucho,
más procede de enfermedad que de malicia;
más quien yerra y se enmienda
a Dios se encomienda.

Más aunque pobre,
soy cristiano viejo y no debo nada a nadie,
y si ínsulas deseo,
otros desean cosas peores, y cada cual es hijo de sus obras;
y debajo de ser hombre
puedo venir a ser papa, cuanto más gobernador de una ínsula.

No son todos los tiempos unos,
ni están los hombres siempre de un mismo humor.

Después que bajé del cielo,
y después que desde su alta cumbre miré la tierra y la vi,
tan pequeña,
se templó en parte en mí la gana que tenía tan grande
de ser gobernador.

¡Oh sol, con ayuda del hombre!, a ti digo
que favorezcas y alumbres la oscuridad de mi ingenio.

De aquí a Cardaya,
si el caballo se cansa y el gigante se enoja,
tardaremos en dar la vuelta media docena de años,
y ya ni habría ínsula, ni ínsulos en el mundo que me conozcan.

Así que, yendo días y viniendo días, el diablo, que no duerme
y que todo lo atasca…
más vale salto que mata que ruego de hombres buenos.

Más vale un TOMA que dos TE DARÉ.

Ana Vadillo Gómez