Cervantes escribe un libro de mucho entretenimiento mezclado de mucha filosofía moral que tuvo mucho éxito.
A Pesar de todo el novelista no salió de la pobreza y no solo fue ese su inconveniente, se le subió a la chepa Alonso Fernández de Avellaneda con su otro Quijote.
No obstante el éxito fue tal que Cervantes se hace eco en la segunda parte cuando la publica en 1615.
En esta segunda parte, apenas vuelve a tomar ventas por castillos y varias veces se le recuerda al lector que Don Quijote ya no cae en la misma ofuscación. Lo extraordinario se hace cotidiano y Don Quijote encuentra ocasión para alardear ante Don Diego Miranda de su existencia en tinta y libro.
Cervantes convirtió en “historia” la obra de Cide Hamete y a éste en “historiador” para que de este modo Don Quijote y los personajes que le rodeaban adquirieran condición de reales.
En Cervantes no es fácil ver las fronteras entre lo vivido y lo inventado y para ello su estrategia literaria es la ironía. La ironía ocupa el espacio que va desde la realidad a sus interpretaciones individuales.
Bibliografía: - El Quijote de Cervantes.
- Cervantes de Jean Canavaggio.
- El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.
Bernardino
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