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Un espacio para compartir las actividades que realizamos unos cuantos locos por la lectura.



lunes, 25 de abril de 2011

EL QUIJOTE Y AVELLANEDA

La obra con más de 600 personajes, reales, ficticios, con máscaras, imaginados, ausentes (Dulcinea), etc, etc, tuvo un infeliz contratiempo: El Quijote de Avellaneda, (¿natural de Tordesillas o aragonés porque escribía sin artículos?)

Avellaneda aborrecía a Cervantes tal vez influenciado por Lope de Vega, habla de Cervantes como manco, viejo, colérico, impaciente y envidioso.

¿Quién fue este personaje que rezumaba tanta tirria? No se sabe. Se atribuye a muchos nombres (Juan Ruiz de Alarcón, fray Luis de Granada, Tirso de Moliana???) Se sabe que hubo de ser un hombre piadoso, devoto del rosario, amigo de los Dominicos y con una razonable preparación teológica.

En manos de Avellaneda, Don Quijote se convierte en un loco desenamorado y soberbio y Sancho en un villano zafio, glotón y codicioso. Dulcinea desaparece y en su lugar surge una vieja prostituta llamada Bárbara.

Esto a Cervantes no le hizo gracia, por eso en el prólogo de la segunda parte avisa “del hámago y la náusea que ha causado otro Don Quijote” y otorgó a Cide Hamete el papel de garante de la verdad de la historia.

El nuevo Quijote cervantino abandona sus gestos de locura y Sancho crece en profundidad y nos dirá: “Bien sea venido, digo, el valeroso don Quijote de la Mancha: no el falso, no el ficticio, no el apócrifo que en falsas historias estos días nos han mostrado, sino el verdadero, el legal y el fiel que nos describió Cide Hamete Benengeli, flor de los historiadores” (II, 61).

Bibliografía:            - El Quijote de Cervantes.
                               - Cervantes de Jean Canavaggio.
                               - El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.

Bernardino

jueves, 21 de abril de 2011

DOS QUE CABALGAN JUNTOS

A. De Hidalgo a Caballero:

El Héroe, un ser anónimo, “Pedro Alonso Quijano”, dejaría de ser lo que era para ser lo que había leído: “Don Quijote de la Mancha”.

“Del mucho dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio”. Por obra y gracia de  los libros Alonso Quijano se transforma en Don Quijote.

En el transcurso de la novela, la posición de Don Quijote deja de ser la de un agitador del mundo para convertirse en una víctima pasiva. Por eso al final y poco antes de expirar dirá: “Yo fui loco y ya cuerdo, fui Don Quijote de la Mancha y ahora soy Alonso Quijano el Bueno”

B. Un labrador, vecino suyo, hombre de bien:

Cuando Don Quijote hace la relación de cosas que ha de llevar consigo, se olvidó de incluir a su escudero. Es el ventero socarrón quien le señala su error y Don Quijote de termina volver a su casa y acomodarse del todo, recibiendo a un labrador pobre y con hijos, pero muy propio para el oficio escuderil, a quien se empeñará en educar y prepararlo para el futuro gobierno insular.

Su calidad de hombre bueno, su pobreza, la poca sal en la mollera y su ambición, son sus cartas de presentación. Detrás de él y a su lado marcha el conocido linaje de los Panza: “Sancho Panza me llamo a secas, Sancho se llamó mi padre, Sancho mi aguelo y todos fueron Panzas”. (II, 45)

No obstante los Panzas son garantía de fidelidad, honradez y limpieza de sangre. Eran villanos porque eran labradores pobres y comían torreznos, ajos y ollas podridas, pero eran limpios de sangre y tenían la condición de buenos, fieles y pacíficos.

Sancho, reconoce la locura de su amo, pero no le impide admirar su rango social y respetarlo por su generosidad e inteligencia, pues él que tiene más ingenuidad rayana en la tontuna, tiene también la lucidez de su inteligencia popular y refranero sabio

Cervantes se vera obligado a crear un “lenguaje pancito” que ira progresando con las enseñanzas de Don Quijote.

En la amistad de estos dos personajes, única y bien trabada, Cervantes opone el sentido común de Sancho a la locura de Don Quijote. Aunque los dos compartan una misma insensatez intercambiable. Sancho se quijotizará y Don Quijote se sanchificará, aun con pasiones propias y distintas, como la que Don Quijote “seco y enjuto” tiene por su rocín flaco y Sancho con su asno que no lo dejó de querer y cuidar.
Bibliografía:            - El Quijote de Cervantes.
                               - Cervantes de Jean Canavaggio.
                               - El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.
Bernardino

domingo, 17 de abril de 2011

EL QUIJOTE DE MIGUEL DE CERVANTES

Cervantes escribe un libro de mucho entretenimiento mezclado de mucha filosofía moral que tuvo mucho éxito.
A Pesar de todo el novelista no salió de la pobreza y no solo fue ese su inconveniente, se le subió a la chepa Alonso Fernández de Avellaneda con su otro Quijote.
No obstante el éxito fue tal que Cervantes se hace eco en la segunda parte cuando la publica en 1615.
En esta segunda parte, apenas vuelve a tomar ventas por castillos y varias veces se le recuerda al lector que Don Quijote ya no cae en la misma ofuscación. Lo extraordinario se hace cotidiano y Don Quijote encuentra ocasión para alardear ante Don Diego Miranda de su existencia en tinta y libro.
Cervantes convirtió en “historia” la obra de Cide Hamete y a éste en “historiador” para que de este modo Don Quijote y los personajes que le rodeaban adquirieran condición de reales.
En Cervantes no es fácil ver las fronteras entre lo vivido y lo inventado y para ello su estrategia literaria es la ironía. La ironía ocupa el espacio que va desde la realidad a sus interpretaciones individuales.
Bibliografía:            - El Quijote de Cervantes.
                               - Cervantes de Jean Canavaggio.
                               - El Quijote de Cervantes de Luis Gómez Canseco.
                                                                                                                          Bernardino

domingo, 10 de abril de 2011

Ser y querer ser.

Ser un pequeño ser, ser un androide,
ser un profeta,
ser un alcohólico para crear.

Ser un Quijote,
ser hijo de la guerra.

Ser y no ser en la manera de ser
lo que no elegimos ser.

Ser menos o más, ser por lo demás
y sobre todo, un ser humano;
un ser que ama. 

Ser buen amigo y tener amigos,
ser muy querido,
ser muy feliz.

Ser uno mismo.

Querer ser      más libre.


sábado, 9 de abril de 2011

Fin del Quijote

Leer el Quijote ha supuesto para mi alegria, tristeza, disfrute y libertad, he caminado con estos personajes tan entrañables.

Queria dar las gracias a Alejandro por haber propuesto este libro y a todos los compañeros por haberlo aceptado y hacer las tertulias tan amenas.

Mi entusiasmo por este libro me ha llevado a hablar de él con varios grupos de gente diferentes y aprovecho la frase que me dijo un amigo: "El Quijote es la enciclopedia del alma"

Sin ironia no hay novela.

Ahora comienzan otras andanzas.

martes, 5 de abril de 2011

Compañeros todos del taller de lectura Los Pinos. Hemos llegado al final del libro del Quijote, tristes por el desenlace de la historia, aunque pienso que más vivos si cabe que al inicio de la misma. Por la enseñanza que desprende la misma y los valores de dignidad, decencia y lealtad de los personajes, toda una lección para los lectores. Lectores, por otra parte, fieles, consecuentes y  acérrimos defensores de esta maravillosa y quijotesca historia.
Besos de vuestra compañera: Ana

La locura y sus zozobras.

Locura de todos los delirios.
Locura de lo que pudiera ser confuso juicio
Locura de no parecer un loco sin estar del todo cuerdo.

Locura que precisa de su espacio para no acabar en agonía.
que está fuera de los cánones impuestos
y va más allá de los sometimientos.

Locura connatural que la corriente del tiempo desfigura.
que configura una idea, una malicia, una estratagema:
y viaja con el hombre al mismo son y al mismo paso.

Locura que se alza en rebeldía en una convicción prosaica,
que descubre imaginaciones y no se aviene a la razón:
Dama gentil, que mueve los hilos de la sinrazón.

Locura de la que, a veces, uno no quisiera despertar.